Mi propósito aquí es hacer ver la relevancia y el gran valor del Aikido para los seres humanos mediante la reflexión de algunas de sus aportaciones. Se ha de decir que lo siguiente es una pincelada superficial muy desarrollable, sobre todo cuando entramos en el terreno de la ética.
Asertividad, bienestar físico general o estimulación de Ki/Chi, consciencia-desarrollo de un comportamiento ético, gestión correcta de emociones, inteligencia emocional, confianza en uno mismo, liberación de stress, etc.
1) Aikido como acción ética. -Acciones tienen consecuencias-
Hoy en día no se sabe realmente qué acciones son éticas o no, aquí en España tenemos como referencia de la forma de comportarnos dada por el cristianismo, el cual ha contribuido, aunque superficialmente y con ciertos agujeros, a crear valores como la generosidad, el amor al prójimo y a no dañar a otros seres humanos. Desafortunadamente estamos en un mundo confuso donde por ejemplo algunas personas se alegran porque hayan matado a un terrorista. Evidentemente se pone de manifiesto emociones negativas como la de la venganza que lo único que crean en última instancia es más sufrimiento. Entonces ¿Qué es una acción ética?
Una acción ética efectuada tanto con el cuerpo, el habla o la mente (aunque una acción siempre empieza con una intención en la mente), es ética siempre y cuando no se tenga la intención de dañar a otra persona (e incluso a otros seres), incluso de ninguna forma sutil. Y no solo eso, no solo se queda en abstenerse de hacer algo, sino que además uno intenta practicar un trato amigable, con amor (cabe señalar que para amar a alguien primero se ha de ser profundamente consciente de ese alguien), o dicho de otra forma, trata a los demás de igual modo que te gustaría que te tratasen a ti.
Una acción ética afirma a otro ser humano, surge de la identificación con otro ser humano, y como consecuencia rompe las barreras entre nosotros mismos y los demás, nos trae un profundo sentido de conexión, armonía, y felicidad. La famosa y malentendida ley del karma habla sobre que las acciones que elegimos tienen consecuencias en nuestra conciencia, en nuestro estado mental. Leer el siguiente extracto de un libro sobre la ley del karma, muy ameno e ilustrativo, aunque básico, se puede decir mucho más: DESCARGA
En Aikido ensayamos una respuesta ética, es decir, intentamos no reaccionar ante un conflicto o amenaza y en lugar de ello intentamos responder con creatividad y positividad, y esto no es fácil, lo normal ante un conflicto es que nos sintamos amenazados, la emoción negativa se apodera de nosotros y respondemos con miedo, es decir con violencia.
Con Aikido, ante una amenaza intentamos comprender la situación de la otra persona e intentamos protegerla de su propia violencia. Y esto es una respuesta verdaderamente humana, nos volvemos más humanos practicando Aikido, intentamos de ser conscientes de otra persona igual que nosotros, con sus emociones, con su sufrimiento, intentamos ver que quizás ha tenido un mal día. No agredimos a alguien violento sino que le intentamos cuidar y proteger para que no se dañe a si mismo.
Lo anterior es difícil de hacer pero se ha de ver como una práctica, un adiestramiento, un entrenamiento, hasta que poco a poco se vuelve un comportamiento natural, una expresión de lo mejor de nosotros mismos, de nuestra verdadera naturaleza. Al final de una clase uno se siente genial pues en el fondo de nuestras mentes sabemos que hemos actuado o ensayado de la mejor forma posible, hemos ensayado una respuesta humana ante un conflicto.
Todo comienza en la mente, y con autoconsciencia y consciencia de los demás uno ha de adiestrarla poco a poco.
2) Asertividad.
Vamos a decir que la asertividad es la capacidad de expresarte tú mismo sin sentirte cohibido o inhibido, con una plena convicción y firmeza. Básicamente es tener una férrea confianza en uno mismo. Esto realmente se consigue solo si va combinado con una positividad y un sentido de buena voluntad hacia otros seres humanos.
Es decir, para ser asertivo se tiene que estar conectado con emociones positivas que se manifiestan en una amabilidad o empatía natural. Sin embargo conectar con tales sentimientos incondicionales es difícil pero se puede hacer si se usan las herramientas adecuadas para desarrollar consciencia de uno mismo y de los demás. Tales herramientas pueden ser la meditación, la practica consciente de la ética o la amistad espiritual. Todo esto despierta un proceso de autoconocimiento al experimentar de forma mas clara la tensión entre nuestros hábitos psicológicos que nos impiden sentirnos abiertos y con confianza, y entre nuestras emociones positivas.
Si uno intenta ser asertivo sin emociones positivas saldrá algo mezclado con agresividad y será desagradable para los que estén a tu alrededor.
3) Aikido como un Juego.
Los seres humanos tenemos la necesidad de jugar, y de hecho podría incluso llegar a decir que el tomarse la vida de esta forma es un gran signo de madurez espiritual.
Reírnos, tocarnos, bromear, desconectar de las preocupaciones y simplemente disfrutas el momento presente.
4) Aikido para desarrollar bienestar general y conectar con uno mismo.
Recuerdo que tras trabajar en un almacén llegaba a Aikido bastante cansado y muchas veces con cierta negatividad, al salir me encontraba como nuevo y positivo. Al relajar tensiones acumuladas durante el día y al mover el Ki/Chi (energía sutil interna) del cuerpo, uno se siente mejor, habitando su cuerpo (a diferencia de estar en la cabeza). Si lo interior está bien será pues mas fácil filtrar positivamente cualquier cosa del exterior.
5) Aikido como método indirecto de influenciar la mente positivamente.
Aikido como acción ética, que es asertiva, que desbloquea las energías bloqueadas, eliminando tensiones o stress, tendrá inevitablemente un efecto positivo en la mente. La mente será mas maleable, clara, tranquila, radiante y expansiva, y con mayor capacidad de concentrarse y de estar en el momento presente, disfrutándolo más plenamente.
6) Aikido y el manejo de conflictos.
Aikido es una metáfora sobre como resolver conflictos. La habilidad de usar Aikido te da confianza y esa confianza se puede extrapolar ante cualquier conflicto.
El no tomarse las cosas personalmente es muy importante, un buen maestro de Aikido ha de fomentar una cualidad autotrascendente para minimizar la autoreferencial. Muchas veces aunque algo no fuera culpa nuestra aun nos la tomamos personalmente y reaccionamos. Moverse de una mente Reactiva a una mente Creativa es fundamental en el proceso de desarrollo humano/espiritual en el que todos estamos. Y aunque cometiéramos un error -algo natural, común en todos- deberíamos mantener la dignidad y no permitirnos sentir un sentimiento de culpa insano.
Aikido pone de manifiesto cómo se siente uno y su actitud y por tanto consciente de que para manejar situaciones de conflicto uno ha de cambiar su actitud si requiere. Lo ideal para manejar conflictos de la mejor forma posible es estar en un estado del ser positivo, es decir, expandido, relajado, abierto y con experiencia placentera, algo que otorga las emociones positivas. En contraposición, el estar contraído, tenso, cerrado o doloroso, forma parte de la emociones negativas como la mala voluntad. Una de las herramientas más eficaces de trabajar con esto es la meditación.
Al final no hay más historia que la de trascender los conflictos internos de uno, conquistarse uno mismo, ¿y qué significa esto? el desarrollar un interior en paz profunda, con gran ecuanimidad y compasión, con una Sabiduría que vé y acepta las leyes de la existencia tal y como son. De todo ello se ocupa completamente el budismo, y, para mi, especialmente el budismo tal y como lo presenta mi más respetado Urgyen Sangharákshita, fundador de la Comunidad Budista Triratna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario